No Dir que Era un Somni

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“El peso del amor vence siempre a el peso de la venganza, el peso del dolor, el peso del rencor, el peso del desamor es el mismo peso… que el peso de la paja”

El Peso de la Paja.

En el Tren de la Poesía en Español tienen cabida los autores que empiezan y también los autores consagrados de cualquier época,  poetas y escritores de nuestros días junto a los que ya han sobrepasado esa barrera que separa la muerte de la vida, poetas y escritores que han dejado su obra escrita en castellano, pero también los autores de otros países, el sentimiento, la inspiración y la belleza no atienden a creencias ni a ideologías y motiva a los creativos de cualquier nación.

El siguiente autor más que poeta fue escritor, pensador, cinéfilo, historiador y ensayista, cohabitando siempre entre sus relatos, el tiempo, el sexo y el amor, sus argumentos surgen de la vida real y de la ficción, colocando en un mismo plano del tiempo la historia y la leyenda, construyendo retratos realistas de su tiempo sin artificio, mostrando unas situaciones que pudieron ser, como algo verídico, de hecho la figura del autor aparece retratada en todas sus novelas, aportando a la ficción novelada, elementos de corte realista.

Escritor, pensador, poeta y ensayista que en cada uno de sus trabajos hace un retrato de esa sociedad decadente en la cual luchaba por encajar, “No Digas que fue un Sueño“, “El Peso de la Paja” y “Garras de Astracán” lo colocan dentro del mundo de los grandes novelistas, y entre esos escritores imprescindibles a la hora de abordar las letras catalanas y españolas.

La vida de Terenci Moix se presta para escribir un guión de cine, reconocido homosexual en la España en la cual era un grave delito, fue perseguido y vetado, durante el tiempo que vivió la dictadura franquista se posicionó junto a los derechos de las mujeres, gays, transexuales y lesbianas españolas, una vez instalada la democracia en España el autor se relajó y da comienzo a esa época de glamour bohemio que lo acompañó hasta el final de su vida.

Con sesenta años recién cumplidos el autor sufrió un infarto y le dieron a elegir entre vivir o el tabaco, Terenci Moix no se lo pensó, eligió seguir con su vicio más antiguo, sin humo no podía pensar ni escribir, y… a los pocos meses le repitió el infarto, sin apenas sufrimiento, el 2 de Abril de 2003 Terenci falleció, y fue justo en ese momento que en España comenzaba a cambiar todo, en los inicios de ese cambio, entre el Tamayazo de Madrid y la Invasión de Irak, en ese ambiente apocalíptico el autor más estrellado dejo de escribir y de fumar para siempre.

Por todas esas cosas el infante más terrible de Cataluña merece también subir al tren virtual, y ofrecerle un cigarrillo negro mientras suenan sus versos.

* No Dir que Era un Somni *

No dic que era un somni,
o una improvisació,
no dic que era un insult,
ni una alienació.

No dir que jo era el seu propietari,
una insatisfacció,
no dic que em fou imposada,
que no hi havia mai una passió

Em diuen que sóc la seva immunitat,
seva representació,
em diuen que sóc el port,
de la salvació.

No dic que era el moment,
cap causa o motiu,
no dic que era un moan,
o una interpretació.

No dir que jo era un gest de complicitat,
ni un somni,
no dic que em fou imposada,
que no hi havia mai una passió.

Anònim. Data de 1960.

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* No Digas que Fue un Sueño *

No digas que fue un sueño,
ni una improvisación,
no digas que fue un insulto,
ni una enajenación.

No digas que fui tu dueño,
una insatisfacción,
no digas que fui impuesto,
que nunca hubo pasión.

Dime que soy tu fuero,
tu representación,
dime que soy el puerto,
de la salvación.

No digas que fue el tiempo,
ni causa ni la razón,
no digas que fue un lamento,
ni una interpretación.

No digas que fui un guiño,
ni una ensoñación,
no digas que fui impuesto,
que nunca hubo pasión.

Anónimo. Fechado en 1960.

El mito de su poemario se basa en la escasa producción poética, este poema es anónimo, pero tanto por su estilo, contenido y ejecución, “No digas que Fue un Sueño” encaja con la obra del autor.

El que fue amante durante muchos años del Goya televisivo, se marchó precipitadamente sin apenas conocer Internet, dada su afición a las adicciones, la Red le hubiera atrapado aún con más facilidad que lo atraparon en su infancia esos sórdidos y oscuros cines franquistas, y en donde siempre se evadió de tanto horror cotidiano perdiéndose entre sus sueños y en la aventura de crear.

Si el autor hubiera hecho caso al consejo médico posiblemente su corazón hubiera resistido mejor las emociones, y hubiera podido compartir su obra a tiempo real con sus lectores, algo que para Terenci formaba parte de la literatura ficción hoy es algo cotidiano, bastante simple y muy real, y así ocurre siempre cuando se normaliza lo incomprensible, lo imposible de aceptar.

“Lo que viene después del Amor, es tan demasiado tremendo cómo para volver a intentarlo, el Sexo, es algo natural y básico en la vida de todas las personas, tanto cuando se produce como cuando se reprime, la Soledad, cuando es cotidiana, se escribe con minúsculas muy raquíticas, y tan humildes como una castañera sin empleo.”

Terenci Moix.

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